LA INVITACIÓN: Primera pieza del rompecabezas



Se dice por ahí que no debe juzgarse un libro por su portada ¡pero vamos! Hay que admitir que la primera impresión nos produce una sensación tan intensa, interesante y reveladora que influye de manera importantísima en nuestra opinión sobre las cosas. Finalmente, todo comunica…

Compramos libros por su título, revistas por su portada, galletas por su empaque, entramos a tiendas por lo que vemos en su escaparate y adquirimos pasteles por su presentación, y es que es inevitable ¡el amor entra por los ojos! Y esto mismo querido lector, sucede con tu evento.

¿Qué sucede cuando recibes la misma invitación “de siempre” en la que únicamente cambian los nombres de los anfitriones?... ¿Esperas algo distinto del evento?; ¿Te habla de tu anfitrión o te transmite emociones especiales?... Sin duda, recibir una invitación es un motivo de alegría, tanto por la deferencia de quien nos comparte un momento importante de su vida como por la alegría de formar parte de su éxito; sin embargo esta alegría se multiplica y la expectativa crece cuando puedes ver en cada detalle de la invitación la personalidad, el estilo y el sello personal del anfitrión, cuando en ella, se hace patente aquello que le hace especial.

¡Qué gratificante es recibir una invitación que nos habla de esa persona a la que se estima, de su celebración y de su felicidad!

En Papelerie, lo sabemos y por ello diseñamos para ti. Papelerie se adapta a tu estilo y se ajusta a tu presupuesto para ofrecerte toda nuestra creatividad para crear tu invitación personalizada y que refleje quien eres; y para hacer de esta, tu invitación, la primera pieza de un rompecabezas único, exquisito y muy especial.

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